DICTAMEN CULTURAL PUEBLO SAN JERÓNIMO ACULCO LÍDICE, LA MAGDALENA CONTRERAS, CIUDAD DE MÉXICO

San Jerónimo Aculco Lídice
Pueblo Originario de la Ciudad de México

El Dictamen Cultural Sobre el Pueblo San Jerónimo Aculco - Lídice

El 9 de septiembre de 2011 fue recibida en la Coordinación Nacional de Antropología, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, la solicitud que da origen al "Dictamen Cultural" presentado 5 años tres meses después a la comunidad solicitante, el cual fue elaborado por la Mtra. Teresa Mora Vázquez, investigadora de la Dirección de Etnología de dicha Coordinación.
Oficio mediante el cual el Consejo Vecinal del Pueblo San Jerónimo Aculco - Lídice solicitó el peritaje al Coordinador Nacional de Antropología del INAH el 9 de septiembre de 2011.

El colectivo solicitante fue la A. C. Consejo Vecinal del Pueblo San Jerónimo Aculco - Lídice justifica dicha solicitud por la necesidad que se tiene de preservar la memoria, acrecentar el cariño y arraigo para con la localidad, y ante el hecho de que la Ley de Participación Ciudadana vigente para ese año la excluye de la lista de pueblos originarios. 

Dicha exclusión significó que a San Jerónimo se le considerara cómo colonia, y no se respetara la integridad de su territorio, lo que se tradujo en el hecho de que el Instituto Electoral del Distrito Federal haya creado dos áreas vecinales, dividiendo a San Jerónimo Lídice en I y II, con lo cual cada una tuvo sus propios representantes vecinales, elegidos el 24 de octubre de 2010, lo cual se repitió en la elección de 2013.

Principales características del Pueblo San Jerónimo Aculco - Lídice
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El Pueblo San Jerónimo Aculco - Lídice oficialmente recibe el nombre de San Jerónimo Lídice, así aparece registrado en la nomenclatura oficial de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno de la capital del país, así se consigna en los mapas del Programa Delegacional de Desarrollo Urbano para La Magdalena Contreras vigente desde el año 2005.

El Pueblo de San Jerónimo Lídice o Pueblo San Jerónimo Aculco - Lídice comprende entonces el territorio que desde el 30 de agosto del 1942 se llama oficialmente San Jerónimo Lídice, en virtud de que antes de esa fecha se llamaba San Jerónimo Aculco.

No obstante ese cambio de nombre oficial, los nativos deciden no dejar en el olvido el nombre original, ya que lo rescatan para sumarle el nombre que les es asignado para quedar San Jerónimo Acuclo - Lídice, ello queda de manifiesto en múltiples documentos, tales como los de la Comisión de Aguas del pueblos, o los de la Comisión de Festejos, así como en los de las autoridades del ejido del que fue dotado este pueblo en 1923.

Por otra parte, cinco décadas después de ese cambio de nombre oficial, lejos de archivarse, resurge el nombre San Jerónimo Aculco, pero resurge para asignarlo a una colonia de reciente creación, se construyó como asentamiento irregular, el que vio intensificar su ocupación ilegal a partir de 1970. Ese asentamiento irregular es expropiado en 1981 para regularizar la tenencia de la tierra, comprendió 48 de las 205 hectáreas que llegó a tener el ejido del Pueblo San Jerónimo Aculco. Es a estas 48 hectáreas a las que se les otorgó el nombre de Colonia San Jerónimo Aculco.

San San Jerónimo Lídice, o Pueblo San Jerónimo Aculco - Lídice, es considerado como "poblado tradicional" en el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano Para La Magdalena Contreras, debido a su origen y evolución, lo que se observa de manera objetiva en su trazo, en su imagen, y en sus edificaciones, así como en sus pobladores.
  
San Jerónimo Aculco - Lídice es uno de los cuatro pueblos de La Magdalena Contreras. Colinda, al sur, con las colonias San Jerónimo Aculco y San Francisco, por el poniente limita con Lomas Quebradas, al norponiente con la Colonia La Malinche, al norte con la Loma de Texcalatlaco, en la alcaldía Álvaro Obregón, En el nororiente colinda con la Unidad Independencia y la Colonia Puente Sierra, al oriente con el Fraccionamiento Jardines del Pedregal de San Ángel a través del Periférico Sur. 
Mapa del territorio del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice basado en el plano de colonias del Programa Delegacional de Desarrollo Urbano de La Magdalena Contreras

La superficie territorial de San Jerónimo Aculco Lídice suma alrededor de 170 hectáreas, en las que hay 77 manzanas. De acuerdo al Programa Delegacional de Desarrollo Urbano Para La Magdalena Contreras: 50 de esas manzanas conforman su zona de conservación patrimonial, las que suman 123.75 hectáreas, que corresponde al área de más antiguo poblamiento, en donde se localizan sus calles, callejones y sus contadas construcciones sujetas a conservación, por ser catalogadas, como patrimonio histórico. El edificio de mayor antigüedad es el templo de San Jerónimo, el que data del siglo XVI.

Los limites del área de conservación patrimonial del "poblado tradicional" San Jerónimo Lídice, son descritos en dicho programa (página 70):

Avenida San Bernabé, Calle Presa, Cerrada Bravo Avenida San Jerónimo, Cerrada de Tepeaca, Calle Río Anzaldo – Río Chico, Paseo de la Magdalena – Luis Cabrera, Calle Benito Juárez, Calle Ocotepec, Privada San Jerónimo, Barranca Coyote, y Cerrada Altotonga.

Captura de pantalla del fragmento del Plano de Divulgación del Programa Delegaciónal de Desarrollo Urbano Para La Magdalena Contreras, correspondiente a la zona nororiente de La Magdalena Contreras, donde se localiza San Jerónimo Lídice, y se muestra en línea puntada de color café el contorno de la Zona de Conservación Patrimonial del "poblado tradicional" San Jerónimo Lídice. Consultado el 11 de agosto de 2016, 17:45 horas

Estos, y un sin fin de datos más, fundamentan el dictamen cultural que fue presentado el sábado 3 de diciembre de 2016, en el auditorio Leonardo Manrique de la Coordinación Nacional de Antropología, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en San Jerónimo Aculco Lídice. 

Como asociación civil, el Consejo Vecinal además de hacer la solicitud del estudio, también participó activamente en su elaboración, ya que recabó y puso a disposición de la investigación información documental, también recabó más de cincuenta testimonios de vecinos, tanto de nativos, como de avecindados, así como de personas que nacieron en el pueblo pero que ya no viven en él debido a diversas circunstancias, entre ellas el hecho de ser actores de un proceso de transformación que se mantiene a lo largo de las últimas décadas, periodo en el que paulatinamente han vendido sus propiedades para que sean ocupadas por nuevas construcciones, y en ellas nuevos residentes.

La Mtra. Teresa Mora, investigadora de la Dirección de Etnología y Antropología Social y la Dra. María Isabel Campos, Coordinadora Nacional de Antropología del INAH, así como las vecinas Aurora Curiel y Guadalupe Heredia participantes en la investigación del Proyecto Testimonios del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice, durante el Informe de Avance el 4 de noviembre de 2015  

  

Cartel de promoción del Informe de Avances del Proyecto Testimonios del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice, realizado el  4 de noviembre de 2015, en el Auditorio Leonardo Manrique de la Coordinación Nacional de Antropología del INAH


Consuelo Martínez Peña, Pilar Covarrubias Moreno y Remedios Ruíz Flores integrantes del Consejo Vecinal del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice A. C. hacen uso de la palabra durante el Informe de Avance del Proyecto Testimonios el 4 de noviembre de 2015.


Carlos Sosa Rojas (D.E.P) comparte algunos de sus recuerdos en el Informe de Avance del Proyecto Testimonios del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice el 4 de noviembre de 2015

Las vecinas Aurora Curiel, Josefina Reyes y Rosa María Martínez comparten sus experiencias de la investigación participativa con los asistentes a la presentación del "Dictamen Cultural" el 3 de diciembre de 2016.

Las maestras Teresa Mora Vázquez, autora del Dictamen Cultural, y Amparo Sevilla Villalobos Directora de Etnología y Antropología Social del INAH, durante la ceremonia de presentación y entrega del documento el 3 de diciembre de 2016

El 3 de diciembre de 2016 la Coordinadora Nacional de Antropología, Dra. María Isabel Campos Goenaga, entrega el Dictamen Cultural, lo recibe Manuel Martínez Salazar en representación del Consejo Vecinal, atestigua la Mtra. Teresa Mora Vázquez.

Corolario

El dictamen elaborado en la Coordinación Nacional de Antropología e Historia, por la Mtra. Teresa Mora Vázquez, fue el resultado de una de las acciones que emprendieron vecinos agrupados en el Consejo Vecinal del Pueblo San Jerónimo Aculco - Lídice, así como otros vecinos más, quienes en su oportunidad también recurrieron al Instituto Electoral del Distrito Federal para que se desistiera de dividir en dos a San Jerónimo Lídice para la elección de representantes vecinales 2010-2013 y 2013-2016, además de hacer un llamado a la opinión pública, lo que, por ejemplo, quedó asentado en la sección Correo Ilustrado del diario La Jornada en su edición publicada el 25 de octubre de 2010, un día después de la celebrada la elección vecinal: https://www.jornada.com.mx/2010/10/25/correo/002a2cor 

La autoridad electoral no sólo ignoró los argumentos en contra de sus determinaciones para el 2010, también lo hizo para las elecciones del 2013, y peor aún, empeoró las cosas para la elección del 2016, ya que atendió un decreto de modificación a la la Ley de Participación Ciudadana, sin sustento histórico, ni antropológico, ya que si bien amplía a 48 la cantidad de pueblos originarios, con la inclusión de los de Cuajimalpa y La Magdalena Contreras, a San Jerónimo Lídice lo une con la colonia San Jerónimo Aculco (que fue regularizada en 1981 ya que fue un asentamiento irregular), para conformar el pueblo originario San Jerónimo Aculco Lídice, con un criterio de integración único para este caso, ya que no lo aplicó para ningún otro de La Magdalena Contreras, al unir el "Poblado Tradicional San Jerónimo Lídice" con la colonia San Jerónimo Aculco, la que ocupara tan sólo 48 de las 205 hectáreas que integraron el ejido del Pueblo San Jerónimo Lídice.

LA PRESENCIA DE “LOS BRUJOS” EN EL SAN JERÓNIMO ACTUAL

Reseña de la Exposición Colectiva

Del martes 29 de noviembre al domingo 4 de diciembre de 2016, en el vestíbulo de la Coordinación de Antropología, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, se abrió a todo el público la exposición de fotografías y objetos antiguos, así como plantas medicinales que a lo largo del tiempo han sido de uso común, también se mostraron árboles genealógicos de diversas familias vecinas originarias del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice.

Texto introductorio de la Mtra. Teresa Mora Vázquez acompañado de un dibujo de Bugambilía, una de las plantas medicinales empleadas por "los brujos" de San Jerónimo  

Al comienzo de la exposición se leía de una cédula informativa el siguiente testimonio sobre “los brujos” de San Jerónimo:

“Cuando los de San Jerónimo bajaban como a las cuatro o cinco de la mañana, con sus tercieros, que eran canastos grandes llenos de tejocotes, manzanas o peras, por lo que hoy es la Unidad Independencia rumbo a San Ángel, se veían a lo lejos sus faroles o sus velas y por eso los de Tetelpan nos pusieron los brujos y, a ellos les pusieron los chupamirtos, a los de San Bernabé les llamábamos los cotoches, ellos bajaban con frecuencia a San Jerónimo a vender carbón y leña; a los de Santa Teresa les llamábamos los mata padres, creo que alguno mató a su papá. En el pueblo cada uno tenía su apodo y las huertas su nombre.”

Durante los seis días señalados se mostró al público una selección de 37 fotografías y diversos objetos provenientes de las colecciones particulares de los vecinos Carlos Sosa Rojas, Consuelo Martínez Peña, Senorina Moreno Palomares, Remedios Ruiz Flores, Elena García Arteaga, Leonila y Casimiro Camacho Martínez (+), así como de Guadalupe Alarcón, Porfirio Martínez González (+), Marcos Bernabé Martínez Peña (+), Pedro Romero, Jorge Salazar Romero, Elvira González Martínez y Cipriano Rodríguez Camacho. De último minuto, pero oportunamente, también se presentó Guadalupe Moreno Bustamente con dos fotografías en mano relativas a actividades de la fiesta de San Jerónimo, con gusto las compartió con los asistentes a la inauguración de la muestra colectiva.

El conjunto de fotografías recupera escenas sobre las prácticas religiosas, la convivencia cotidiana, las fiestas, las artes y oficios, las actividades agrícolas y pecuarias, los paseos tradicionales, grupos de niños de la primaria, escenas de la vida familiar, el tren de vapor que por décadas tránsito por el territorio de la localidad, además del antiguo altar del templo dedicado a San Jerónimo, todo lo cual ha quedado en la memoria de los adultos mayores, quienes al facilitarlas para su exhibición han deseado la recuperación de sus recuerdos para compartirlos con las nuevas generaciones.

En esas fotografías resaltan personas hoy mayores captadas cuando eran niños y que para fortuna nuestra todavía viven entre nosotros portando y recreando sus vivencias. Entre los niños de esas épocas pasadas que se encuentran en esas imágenes y comparten sus memorias están Senorina Moreno Palomares; Francisca Martínez, Violeta Miranda, Remedios Ruiz, Carlos Sosa, algunos de los hermanos Vázquez, Consuelo Martínez Peña, Simón Guadalupe Jiménez Cortés, Guadalupe Heredia Retama, Guadalupe Romero, Francisca Moreno.

Los visitantes pudieron reconocer a vecinos que ya no se encuentran entre nosotros, tales como Marciano Romero; Miguel Palomares, Ricardo Alarcón, Fermín y Raymundo Romero, Julián Palomares, Andrés Pérez, Jesús Callado, Fulgencio Martínez Romero, Julián y Teodoro Palomares, Gabriel Miranda, Everardo Salazar Miranda, Porfirio Martínez Carrillo, Guadalupe Alarcón Romero, Cecilio Ruiz, Concepción Cortés, el padre Andrés Casidy, Esperanza Guevara, Pedro Romero, Porfirio Martínez González, Julio López, Jovita Peña, Diega Martínez, Teodoro Palomares, Salvador Camacho, entre muchos otros más.
Escenas de un "Jueves de Amapolas" en que los de San Jerónimo acudían a la Iglesia del Carmen y allí montaban una capilla posa. En el Atrio de la Iglesia de San Jerónimo un grupo de Niños del Catecismo, atrás los adultos Ricardo Alarcón, Andrés Pérez y Julián Palomares.

De igual manera se expuso una muestra de 4 de 11 árboles genealógicos realizados de familias nativas, en ellos se consideran las más numerosas y las que llevan los apellidos Sosa, Callado, Castañeda, Vázquez, Heredia, Trejo, García, Romero, Palomares, Alarcón, Martínez, Vértiz, Guevara, Apanco, Moreno, Miranda, Retama, Torres, Rivera, Cortés y Sánchez.

En estos árboles se consideró a las familias que al menos tienen seis generaciones en San Jerónimo, incluyen información que fue posible rastrear en algunos casos hasta finales del siglo XVIII y la mayor parte hasta principios del siglo XIX. Un factor que impidió ahondar en el tiempo es la falta de apellidos de la población indígena. Esta investigación genealógica fue realizada por María Teresa Figueroa Islas, quien al realizar los árboles genealógicos buscó mostrar las relaciones consanguíneas y políticas de parentesco que entre familias se han establecido a través del tiempo, el resultado de ello es observar a la población nativa del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice como una gran familia.
Uno de los árboles genealógicos expuestos en combinación con fotografías de personas incluidos en él. El conjunto de árboles genealógicos formará parte del libro que se encuentra en proceso de edición.
La exposición también incluyó 13 dibujas a tinta realizados por Rosa María Martínez Salazar, algunas de esas plantas también son comestibles y de ornato. También se pudo observar una muestra de 12 plantas vivas con propiedades curativas que aún se siguen utilizando de manera común, algunas de ellas nacen y se desarrollan de manera silvestre, incluso a las orillas de banquetas y calles, a lo largo de la ciclopista, otras más son cultivadas por quienes conocen su uso, en macetas y jardineras, para ser empleadas cuando se requieran.

Las plantas que se pudieron observar durante estos seis días, fueron el cacomite; la hierba del golpe, la ruda, la mercadela, la buganvilia, el tepozán, el laurel, la pata de león, el níspero, la lengua de vaca, la canela, la lavanda, el llanten, el cedrón, la hierba del cáncer, el muicle, la tlancuaya, el tejocote, la malva y la lentejilla.

Estas plantas se han utilizado como remedio desde tiempo inmemorial, en tanto que el conocimiento sobre su empleo se ha trasmitido de generación en generación, han servido para aliviar infecciones y dolor de estómago, resfriados, fiebre, tos, así como para curar del aíre; el espanto, el empacho, heridas y golpes; también como relajantes del sistema nervioso, asimismo para controlar los niveles de azúcar en la sangre y la presión arterial.
La hierba del cáncer y el muicle, dos de los dibujos a tinta de las plantas elaborados por Rosa María Martínez Salazar

Entre los objetos de épocas pasadas que formaron parte de la museografía de Armando Amador se presentó una bomba para fumigar, la que servía para mantener a salvo de plagas a los cultivos de plantas de ornato, frutales y comestibles. También se observó el tapón que se empleaba en la hoya y Ocolihue para el reparto del agua de riego. Relacionado con el riego, especialmente de los almácigos, se tuvo una regadera y un aguantador, asimismo se presentó un ayate, el que se empleaba para recoger la cosecha.

Los vecinos de mayor edad pudieron reconocer el engrane percutor de una gran matraca que se empleaba en la iglesia como sustituto del repique de campanas, ya que se hacía sonar para llamar a los feligreses a las celebraciones religiosas de Semana Santa. Se exhibieron además manteles bordados y tejidos a mano elaborados por vecinos, así como un rebozo de bolita, pieza de uso común entre las mujeres de aquel entonces, especialmente para que las mamás cargaran a sus bebés, de ellos se contó con una prenda que en vida portó Doña Abundia Palomares, abuelita de los hermanos Covarrubias Moreno.

Además del espacio y el equipamiento para su montaje, la exposición se instaló con recursos de la Coordinación Nacional de Antropología. En tal virtud, su inauguración correspondió a la Dra. María Isabel Campos Goenaga, Coordinadora Nacional de Antropología, ella estuvo acompañada por la Mtra. Amparo Sevilla Villalobos, Directora de Etnología y Antropología Social. El acto inaugural tuvo lugar el sábado 3 de diciembre, al finalizar la presentación y entrega del "Dictamen Cultural San Jerónimo Aculco Lídice Pueblo Originario de la Ciudad de México" https://www.youtube.com/watch?v=EHgXSfLjN54 


El Ing. Carlos Sosa Rojas comenta sobre su colección de fotografías y recuerdos que aportó para la exposición; escuchan la Dra.María Isabel Campos Goenaga, la Mtra. Amparo Sevilla Villalobos y Manuel Martínez Salazar

El diseño conceptual de la exposición corrió a cargo de la Mtra. Teresa Mora Vázquez, y se realizó como parte de las actividades que enmarcaron la citada presentación y entrega del "Dictamen Cultural". Mediante este dictamen el Instituto Nacional de Antropología e Historia concluye que San Jerónimo Aculco Lídice es un Pueblo Originario de la Ciudad de México. El documento y la exposición son dos de los productos de una sería investigación documental y testimonia coordinada por la misma Mtra. Mora, la que se realizó en el seno de la Dirección de Etnología y Antropología Social.

Este dictamen es el primero que en su tipo ha extendido el Instituto Nacional de Antropología e Historia, su autoría recae en la Mtra. Teresa Mora Vázquez, y para el Pueblo de San Jerónimo Aculco Lídice cobra gran relevancia, ya que lo establece con todos sus elementos característicos en el escenario de los pueblos originarios de la Ciudad de México.

La existencia del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice ha sido eclipsada por el hecho de que cada día se consolida como una zona residencial de clase alta, en la que se experimenta un agudo proceso de intensificación de la ocupación del suelo, aunado a que el nombre oficial que posee desde 1942 (San Jerónimo Lídice) no revela ningún antecedente prehispánico o indígena, debido a lo anterior, pero además por el incesante desplazamiento de su población nativa, y al reemplazo de sus modestas viviendas y huertas por residencias solas y en condominio para población de altos ingresos.

Manuel Martínez Salazar 
Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice, Ciudad de México, diciembre de 2016 

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