LA PRESENCIA DE “LOS BRUJOS” EN EL SAN JERÓNIMO ACTUAL

Reseña de la Exposición Colectiva

Del martes 29 de noviembre al domingo 4 de diciembre de 2016, en el vestíbulo de la Coordinación de Antropología, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, se abrió a todo el público la exposición de fotografías y objetos antiguos, así como plantas medicinales que a lo largo del tiempo han sido de uso común, también se mostraron árboles genealógicos de diversas familias vecinas originarias del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice.

Texto introductorio de la Mtra. Teresa Mora Vázquez acompañado de un dibujo de Bugambilía, una de las plantas medicinales empleadas por "los brujos" de San Jerónimo  

Al comienzo de la exposición se leía de una cédula informativa el siguiente testimonio sobre “los brujos” de San Jerónimo:

“Cuando los de San Jerónimo bajaban como a las cuatro o cinco de la mañana, con sus tercieros, que eran canastos grandes llenos de tejocotes, manzanas o peras, por lo que hoy es la Unidad Independencia rumbo a San Ángel, se veían a lo lejos sus faroles o sus velas y por eso los de Tetelpan nos pusieron los brujos y, a ellos les pusieron los chupamirtos, a los de San Bernabé les llamábamos los cotoches, ellos bajaban con frecuencia a San Jerónimo a vender carbón y leña; a los de Santa Teresa les llamábamos los mata padres, creo que alguno mató a su papá. En el pueblo cada uno tenía su apodo y las huertas su nombre.”

Durante los seis días señalados se mostró al público una selección de 37 fotografías y diversos objetos provenientes de las colecciones particulares de los vecinos Carlos Sosa Rojas, Consuelo Martínez Peña, Senorina Moreno Palomares, Remedios Ruiz Flores, Elena García Arteaga, Leonila y Casimiro Camacho Martínez (+), así como de Guadalupe Alarcón, Porfirio Martínez González (+), Marcos Bernabé Martínez Peña (+), Pedro Romero, Jorge Salazar Romero, Elvira González Martínez y Cipriano Rodríguez Camacho. De último minuto, pero oportunamente, también se presentó Guadalupe Moreno Bustamente con dos fotografías en mano relativas a actividades de la fiesta de San Jerónimo, con gusto las compartió con los asistentes a la inauguración de la muestra colectiva.

El conjunto de fotografías recupera escenas sobre las prácticas religiosas, la convivencia cotidiana, las fiestas, las artes y oficios, las actividades agrícolas y pecuarias, los paseos tradicionales, grupos de niños de la primaria, escenas de la vida familiar, el tren de vapor que por décadas tránsito por el territorio de la localidad, además del antiguo altar del templo dedicado a San Jerónimo, todo lo cual ha quedado en la memoria de los adultos mayores, quienes al facilitarlas para su exhibición han deseado la recuperación de sus recuerdos para compartirlos con las nuevas generaciones.

En esas fotografías resaltan personas hoy mayores captadas cuando eran niños y que para fortuna nuestra todavía viven entre nosotros portando y recreando sus vivencias. Entre los niños de esas épocas pasadas que se encuentran en esas imágenes y comparten sus memorias están Senorina Moreno Palomares; Francisca Martínez, Violeta Miranda, Remedios Ruiz, Carlos Sosa, algunos de los hermanos Vázquez, Consuelo Martínez Peña, Simón Guadalupe Jiménez Cortés, Guadalupe Heredia Retama, Guadalupe Romero, Francisca Moreno.

Los visitantes pudieron reconocer a vecinos que ya no se encuentran entre nosotros, tales como Marciano Romero; Miguel Palomares, Ricardo Alarcón, Fermín y Raymundo Romero, Julián Palomares, Andrés Pérez, Jesús Callado, Fulgencio Martínez Romero, Julián y Teodoro Palomares, Gabriel Miranda, Everardo Salazar Miranda, Porfirio Martínez Carrillo, Guadalupe Alarcón Romero, Cecilio Ruiz, Concepción Cortés, el padre Andrés Casidy, Esperanza Guevara, Pedro Romero, Porfirio Martínez González, Julio López, Jovita Peña, Diega Martínez, Teodoro Palomares, Salvador Camacho, entre muchos otros más.
Escenas de un "Jueves de Amapolas" en que los de San Jerónimo acudían a la Iglesia del Carmen y allí montaban una capilla posa. En el Atrio de la Iglesia de San Jerónimo un grupo de Niños del Catecismo, atrás los adultos Ricardo Alarcón, Andrés Pérez y Julián Palomares.

De igual manera se expuso una muestra de 4 de 11 árboles genealógicos realizados de familias nativas, en ellos se consideran las más numerosas y las que llevan los apellidos Sosa, Callado, Castañeda, Vázquez, Heredia, Trejo, García, Romero, Palomares, Alarcón, Martínez, Vértiz, Guevara, Apanco, Moreno, Miranda, Retama, Torres, Rivera, Cortés y Sánchez.

En estos árboles se consideró a las familias que al menos tienen seis generaciones en San Jerónimo, incluyen información que fue posible rastrear en algunos casos hasta finales del siglo XVIII y la mayor parte hasta principios del siglo XIX. Un factor que impidió ahondar en el tiempo es la falta de apellidos de la población indígena. Esta investigación genealógica fue realizada por María Teresa Figueroa Islas, quien al realizar los árboles genealógicos buscó mostrar las relaciones consanguíneas y políticas de parentesco que entre familias se han establecido a través del tiempo, el resultado de ello es observar a la población nativa del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice como una gran familia.
Uno de los árboles genealógicos expuestos en combinación con fotografías de personas incluidos en él. El conjunto de árboles genealógicos formará parte del libro que se encuentra en proceso de edición.
La exposición también incluyó 13 dibujas a tinta realizados por Rosa María Martínez Salazar, algunas de esas plantas también son comestibles y de ornato. También se pudo observar una muestra de 12 plantas vivas con propiedades curativas que aún se siguen utilizando de manera común, algunas de ellas nacen y se desarrollan de manera silvestre, incluso a las orillas de banquetas y calles, a lo largo de la ciclopista, otras más son cultivadas por quienes conocen su uso, en macetas y jardineras, para ser empleadas cuando se requieran.

Las plantas que se pudieron observar durante estos seis días, fueron el cacomite; la hierba del golpe, la ruda, la mercadela, la buganvilia, el tepozán, el laurel, la pata de león, el níspero, la lengua de vaca, la canela, la lavanda, el llanten, el cedrón, la hierba del cáncer, el muicle, la tlancuaya, el tejocote, la malva y la lentejilla.

Estas plantas se han utilizado como remedio desde tiempo inmemorial, en tanto que el conocimiento sobre su empleo se ha trasmitido de generación en generación, han servido para aliviar infecciones y dolor de estómago, resfriados, fiebre, tos, así como para curar del aíre; el espanto, el empacho, heridas y golpes; también como relajantes del sistema nervioso, asimismo para controlar los niveles de azúcar en la sangre y la presión arterial.
La hierba del cáncer y el muicle, dos de los dibujos a tinta de las plantas elaborados por Rosa María Martínez Salazar

Entre los objetos de épocas pasadas que formaron parte de la museografía de Armando Amador se presentó una bomba para fumigar, la que servía para mantener a salvo de plagas a los cultivos de plantas de ornato, frutales y comestibles. También se observó el tapón que se empleaba en la hoya y Ocolihue para el reparto del agua de riego. Relacionado con el riego, especialmente de los almácigos, se tuvo una regadera y un aguantador, asimismo se presentó un ayate, el que se empleaba para recoger la cosecha.

Los vecinos de mayor edad pudieron reconocer el engrane percutor de una gran matraca que se empleaba en la iglesia como sustituto del repique de campanas, ya que se hacía sonar para llamar a los feligreses a las celebraciones religiosas de Semana Santa. Se exhibieron además manteles bordados y tejidos a mano elaborados por vecinos, así como un rebozo de bolita, pieza de uso común entre las mujeres de aquel entonces, especialmente para que las mamás cargaran a sus bebés, de ellos se contó con una prenda que en vida portó Doña Abundia Palomares, abuelita de los hermanos Covarrubias Moreno.

Además del espacio y el equipamiento para su montaje, la exposición se instaló con recursos de la Coordinación Nacional de Antropología. En tal virtud, su inauguración correspondió a la Dra. María Isabel Campos Goenaga, Coordinadora Nacional de Antropología, ella estuvo acompañada por la Mtra. Amparo Sevilla Villalobos, Directora de Etnología y Antropología Social. El acto inaugural tuvo lugar el sábado 3 de diciembre, al finalizar la presentación y entrega del "Dictamen Cultural San Jerónimo Aculco Lídice Pueblo Originario de la Ciudad de México" https://www.youtube.com/watch?v=EHgXSfLjN54 


El Ing. Carlos Sosa Rojas comenta sobre su colección de fotografías y recuerdos que aportó para la exposición; escuchan la Dra.María Isabel Campos Goenaga, la Mtra. Amparo Sevilla Villalobos y Manuel Martínez Salazar

El diseño conceptual de la exposición corrió a cargo de la Mtra. Teresa Mora Vázquez, y se realizó como parte de las actividades que enmarcaron la citada presentación y entrega del "Dictamen Cultural". Mediante este dictamen el Instituto Nacional de Antropología e Historia concluye que San Jerónimo Aculco Lídice es un Pueblo Originario de la Ciudad de México. El documento y la exposición son dos de los productos de una sería investigación documental y testimonia coordinada por la misma Mtra. Mora, la que se realizó en el seno de la Dirección de Etnología y Antropología Social.

Este dictamen es el primero que en su tipo ha extendido el Instituto Nacional de Antropología e Historia, su autoría recae en la Mtra. Teresa Mora Vázquez, y para el Pueblo de San Jerónimo Aculco Lídice cobra gran relevancia, ya que lo establece con todos sus elementos característicos en el escenario de los pueblos originarios de la Ciudad de México.

La existencia del Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice ha sido eclipsada por el hecho de que cada día se consolida como una zona residencial de clase alta, en la que se experimenta un agudo proceso de intensificación de la ocupación del suelo, aunado a que el nombre oficial que posee desde 1942 (San Jerónimo Lídice) no revela ningún antecedente prehispánico o indígena, debido a lo anterior, pero además por el incesante desplazamiento de su población nativa, y al reemplazo de sus modestas viviendas y huertas por residencias solas y en condominio para población de altos ingresos.

Manuel Martínez Salazar 
Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice, Ciudad de México, diciembre de 2016 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El Pueblo San Jerónimo Aculco Lídice en la Mira de Estudio de la Investigadora Japonesa Miho Zenno Manuel Martínez Salazar El pasado 1o. de ...